En una tarde soleada, aunque paradójicamente helada, el Ciudad de Campana y Floresta se enfrentaron en uno de los cotejos correspondientes a la novena fecha (¡el campeonato se pasa volando!) del Grupo IV de la URBA. El anfitrión -en esta oportunidad ofició de local en CASA de Padua- llegaba con ocho derrotas consecutivas y apenas una unidad en su haber, y se proponía como meta principal continuar por la senda del crecimiento y la acumulación de experiencias en el rugby competitivo de Buenos Aires. El tricolor, en tanto, aparecía con seis victorias, dos traspiés y 33 porotos en la tabla de posiciones. La última caída era reciente: ante Sociedad Hebraica por la séptima jornada del G IV; esta derrota había dejado abierta una herida en los campaneros, quienes habían dejado pasar una oportunidad inmejorable de subir al tercer puesto del campeonato al perder por un puntito en un match crucial frente al SHA. Por esta razón, los dirigidos por Ariel Aguilar estaban obligados a sumar doble punto bonus para seguir de cerca al conjunto de Pilar, o descontar las diferencias en caso de que éstos no pudieran alzarse con un triunfo o un par de unidades extras ante Obras Sanitarias.
Planteado el escenario previo, vamos a la acción. Desde el inicio se vio a una visita abocada en ataque, buscando el primer try y apretando a su rival con la velocidad y la dinámica de sus backs. La conquista no tardó en llegar: a los 2 minutos apareció el wing debutante Sergio Barbero para establecer el 5 a 0 parcial. El gol de Julián Agostino dejó las cosas 7 a 0 para la visita.
A partir de allí, Campana siguió aumentando la cuenta con tries de Agostino (en dos oportunidades), Juan Pablo Ripa y Nicolás Fernández. El apertura tricolor facturó dos conversiones más y Campana estiró la ventaja a 31-0 al cabo de los primeros cuarenta minutos de juego.
Claro, Floresta no se quedó de brazos cruzados y demostró algunos signos de la potencia de sus forwards, que llevaron al equipo adelante y pusieron al Ciudad contra su ingoal en varios tramos de la primera etapa. El local no logró penetrar la defensa campanera, pero lo tuvo a maltraer varios minutos.
El balance del primer acto dejaba un saldo positivo para los portuarios, aunque estos réditos se reflejaban pura y exclusivamente en el resultado, porque en el plano rugbístico ambas escuadras tuvieron un flojo desempeño que se evidenció en los errores de manejo, sobre todo en la visita, que desperdició numerosas ocasiones de try por esta falencia en una destreza básica.
En el complemento Campana vulneró las resistencias locales con seis tries (Agostino, Fedrico Sfreddo, Elvio Rosa, Sergio Barbero, Nicolás Fernández y Federico Ondarts) y tres conversiones de Fernando Díaz Falú. Floresta descontó con los ensayos de Matías Chaparro y Alejandro Codini, este último a un minuto del pitazo final.
El cierre del encuentro dejó un sabor dulce para el conjunto local, que nunca bajó los brazos, fue para delante en todo momento y se llevó su merecido premio en el ocaso del partido.
Para Campana fue un triunfo y nada más, porque a pesar del resultado abultado se cometieron innumerables errores en el traslado de la guinda y los jugadores pecaron por individualistas en numerosas ocasiones. Con esta victoria, el Ciudad se mantiene en el cuarto puesto, aunque ahora se encuentra a apenas cuatro unidades de Hebraica, que superó a Obras por 17 a 12 pero no sumó puntos bonus.
Fuente: www.desdeabajorugby.com.ar